El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el lunes que tomaría medidas enérgicas contra los países que compren petróleo a Venezuela mediante la imposición de aranceles a los bienes que esas naciones envíen al país, y afirmó que Venezuela ha enviado criminales y asesinos “a propósito y con engaños” a Estados Unidos.
En una publicación en Truth Social, el presidente dijo que los países que compraran petróleo o gas a Venezuela se verían obligados a pagar un arancel del 25 por ciento sobre cualquier exportación que enviara a Estados Unidos, a partir del 2 de abril.
Este uso poco convencional de los aranceles podría alterar aún más el comercio mundial de petróleo a medida que los compradores de petróleo y gas venezolanos busquen alternativas. Estados Unidos y China han sido los principales compradores de petróleo venezolano en los últimos meses, según Rystad Energy, una empresa de investigación y consultoría. India y España también compran una pequeña cantidad de crudo del país sudamericano.
Pero en el caso de China, el petróleo venezolano representa una parte tan pequeña de las importaciones del país que la amenaza de aranceles más altos probablemente hará que China busque petróleo en otra parte, dijo Jorge León, analista de Rystad Energy.
Las compras estadounidenses de petróleo venezolano están preparadas para reducirse después de que el gobierno de Trump dijera que revocaría una licencia que permitía a Chevron producir petróleo allí.
Sin embargo, mientras Trump amenazaba con imponer aranceles más elevados a otros países, su gobierno concedió el lunes a Chevron, la segunda petrolera estadounidense más grande, otros dos meses para producir petróleo en Venezuela y venderlo a Estados Unidos. El gobierno había ordenado anteriormente a Chevron que cerrara sus operaciones antes del 3 de abril.
Los gobiernos estadounidense y venezolano han tenido confrontaciones por los planes de Trump de deportar a migrantes de Estados Unidos. Venezuela anunció el sábado que había llegado a un acuerdo con el gobierno de Trump para volver a aceptar vuelos de deportación de migrantes que se encontraban ilegalmente en Estados Unidos.
“Venezuela ha sido muy hostil con Estados Unidos y con las Libertades a las que nos adherimos”, escribió el presidente. “Por lo tanto, cualquier País que compre Petróleo y/o Gas a Venezuela se verá obligado a pagar un Arancel del 25% a Estados Unidos sobre cualquier Comercio que realicen con nuestro País”.
Trump planea imponer nuevos aranceles a escala mundial el 2 de abril, cuando introducirá lo que denomina “aranceles recíprocos”. Ha dicho que Estados Unidos aumentará los aranceles que cobra a otros países para igualarlos a los gravámenes de estos, teniendo en cuenta también otros comportamientos que afectan al comercio, como los impuestos y la manipulación de divisas. El presidente ha adoptado para esta acción el calificativo de “día de la liberación”, frase que repitió el lunes.
Trump llamó “aranceles secundarios” a los nuevos gravámenes con los que amenazó el lunes a los compradores de petróleo venezolano. Significarían un uso inusual de los aranceles, y no está del todo claro cómo funcionarían. Algunos expertos en comercio y sanciones dijeron que las sanciones secundarias existentes asociadas a países como Rusia e Irán ya no se han aplicado bien, y pusieron en duda que Estados Unidos tuviera capacidad para poner en marcha nuevas penalizaciones basadas en aranceles.
“Dada la limitada aplicación de las sanciones secundarias existentes, en las que tenemos un precedente, no estoy seguro de hasta qué punto es realista el despliegue efectivo de esta estrategia”, dijo Daniel Tannebaum, socio de Oliver Wyman que asesora a empresas multinacionales en temas de sanciones.
Pero la estrategia podría ayudar a Estados Unidos a evitar imponer sanciones financieras a bancos extranjeros que podrían amenazar la estabilidad financiera. El uso de aranceles podría ayudar a que se considerara que Estados Unidos adopta medidas duras sin incurrir en esos riesgos.
Con las sanciones secundarias típicas, los particulares o las empresas no pueden comprar petróleo u otros productos sometidos a sanciones de un país incluido en la lista negra. De lo contrario, las empresas podrían ser objeto ellas mismas de sanciones estadounidenses, enfrentándose a multas o quedando aisladas del sistema financiero estadounidense.
Pero Trump y sus asesores han dicho que creen que tales sanciones pueden amenazar la preeminencia del dólar si se utilizan en exceso, pues animarían a otros países a buscar monedas alternativas. Han hablado de utilizar aranceles en su lugar.
En su audiencia de confirmación en enero, Scott Bessent, secretario del Tesoro, dijo que los aranceles, además de aumentar los ingresos y marcar nuevas rutas en las cadenas de suministro, podrían constituir una alternativa a las sanciones financieras tradicionales.
Trump “cree que probablemente nos hemos pasado un poco con las sanciones y que estas pueden estar haciendo que los países dejen de utilizar el dólar estadounidense”. En su lugar podrían utilizarse aranceles, dijo Bessent.
Ana Swanson cubre comercio y economía internacional para el Times desde la corresponsalía en Washington. Ha sido periodista por más de una década. Más de Ana Swanson
Rebecca F. Elliott cubre el sector de la energía, centrándose en cómo está cambiando la industria para frenar las emisiones que calientan el clima. Más de Rebecca F. Elliott
Alan Rappeport es reportero en materia de política económica radicado en Washington. Cubre el Departamento del Tesoro estadounidense y escribe sobre impuestos, comercio y asuntos fiscales. Más de Alan Rappeport