El presidente Trump afirmó el miércoles que revocaría una política de la era Biden que permitía producir más petróleo en Venezuela y exportarlo, asestando un duro golpe al gobierno de ese país y a Chevron, que produce petróleo allí.
Trump no mencionó a Chevron en su publicación en Truth Social. Solo afirmó que revocaría las concesiones otorgadas el 26 de noviembre de 2022. En esa fecha fue que el Departamento del Tesoro concedió a Chevron permiso para ampliar sus operaciones en Venezuela. La licencia debe renovarse el 1 de marzo.
“El régimen no ha estado transportando de vuelta a Venezuela a los criminales violentos que enviaron a nuestro país (los Good Ole’ USA) al ritmo rápido que habían acordado”, dijo Trump.
Un portavoz de Chevron dijo que la empresa estaba estudiando las implicaciones de la declaración de Trump. Chevron, la segunda mayor empresa petrolera estadounidense, opera desde hace tiempo en Venezuela.
El mes pasado, cuando le preguntaron por Venezuela, Mike Wirth, director ejecutivo de Chevron, dijo que la empresa se centraba en mantener la seguridad de su personal y en cumplir la ley. “No establecemos la política”, dijo en el reporte de ganancias de fin de año de la compañía. “Colaboramos con el gobierno para ayudar a informarles de las posibles repercusiones de las decisiones políticas, y seguiremos haciéndolo”.
El petróleo es la columna vertebral de la atribulada economía venezolana. Se cree que el país posee las mayores reservas de petróleo del mundo, pero el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha tenido dificultades para aprovechar esos recursos debido a la mala gestión y a la escasa inversión en su empresa petrolera estatal.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, calificó la medida de Trump de “decisión lesiva e inexplicable” en una publicación en las redes sociales. Añadió que al pretender “hacerle un daño al pueblo venezolano, en realidad se está infligiendo un daño a los Estados Unidos, a su población y a sus empresas”. Añadió que era probable que la decisión hiciera aumentar la migración de venezolanos, con “consecuencias ampliamente conocidas”.
La Casa Blanca y el Departamento del Tesoro no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Los precios del petróleo estadounidense apenas variaron el miércoles por la tarde, rondando los 69 dólares por barril.
Estados Unidos dejó de importar petróleo de Venezuela durante varios años después de que Trump impusiera sanciones a la petrolera estatal del país en 2019, durante su primer mandato. Las importaciones se reanudaron después de que el gobierno de Biden diera permiso a Chevron, a finales de 2022, para exportar el petróleo que producía en Venezuela.
Pero Estados Unidos depende mucho menos del petróleo venezolano que antes. Importa unos 226.000 barriles diarios del país, equivalentes a alrededor del 1 por ciento de la demanda estadounidense, según la Administración de Información Energética. Venezuela produce un tipo de petróleo más denso y viscoso que no es común en Estados Unidos. Las refinerías estadounidenses están diseñadas para funcionar con una mezcla de ese petróleo más pesado y variedades más ligeras de producción nacional.
Rebecca F. Elliott cubre el sector de la energía, centrándose en cómo está cambiando la industria para frenar las emisiones que calientan el clima. Más de Rebecca F. Elliott
